Una versión extraordinaria y muy emocionante de la Sinfonía n.2 de Sibelius

Jueves 21 de octubre de 2021

2º Concierto del Ciclo Gran Sinfónico de la Temporada nº 31 de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Pablo Barragán, clarinete. Óliver Díaz, director. 

Programa: Tres pinturas velazqueñas, de Jesús Torres; Concierto para clarinete, de Magnus Lindberg; Sinfonía nº 2 en Re mayor Op.43, de Sibelius.

Juan José Roldán – El correo de Andalucía

“Díaz acarició cada nota de esta intensa página romántica de Sibelius. (…) La de anoche fue una interpretación generosa en fervor y lirismo romántico. Díaz resolvió el allegretto con ternura pastoril combinada con misterio y cierto desconcierto espiritual, mientras el andante fue sobrecogedor, con transiciones muy sutiles y graves muy trabajados. El vivacissimo alcanzó un notable nivel de agilidad hasta llegar al paroxismo emocional con su elegantísima transición al movimiento finale, solemne y triunfal, con crescendi espectaculares y una coda triunfal de las que cortan la respiración. (…) Una versión extraordinaria y muy emociónate de la partitura” 

Ismael G. Cabral – Scherzo

“Fue un acierto poner al frente de la obra a Pablo Barragán (…) su versión fue pasmosa porque demostró tener capacidad para dar vuelo poético a las frases más explícitas y hasta románticas, pero también ser agresivo y exploratorio en los caudales de armónicos y notas abiertas.”

“Felizmente Díaz demostró tener cosas que decir (…), de dinámicas generosas y con enorme vistosidad en la exposición de los temas, Óliver Díaz consiguió hacernos olvidar que teníamos tan aprendida esta partitura.”

Pablo J. Vayón – Diario de Sevilla 

“El solista fue el sevillano Pablo Barragán (…) derrochando facultades, con una destreza admirable, capaz de hacerse escuchar siempre, de articular los pasajes más inverosímiles (en su cadencia final llega casi a lo delirante), de clavar los multifónicos, de parlotear como quien discute o de dejarse llevar por un lirismo enternecedor en los remansos de instrumentación camerística o de resonancias casi brahmsianas… Un prodigio.

“La dirección del asturiano Óliver Díaz que debutaba con la ROSS (…) sacó de ella una claridad de planos siempre soberbia. (…). Su concertación en el complejísimo Concierto de Lindberg resultó admirable”

“Para un director la tarea esencial es cómo atar y dar sentido a esa enorme variedad de motivos que aparecen y reaparecen continuamente con distintas caras y cruzándose desde ángulos diferentes, (…), el maestro asturiano lo hizo con la delicadeza del orfebre, dejando respirar la obra, pero también buscando con firmeza los enfrentamientos dialécticos entre temas principales (muy destacados en el final), y sin olvidarse de la correcta apreciación de los secundarios, tan importantes. Una visión coherente, con buen sentido y una esencial claridad en el desmenuzamiento de su estructura”

Carlos Tarín – ABC de Sevilla

“En la cuarta sección pudimos oír en la ‘cadencia’ toda una serie de onomatopeyas clarinetísticas que, junto al resto de la interpretación, mostraron su extraordinario dominio del instrumento, su capacidad para articular, resonar o expresar en fortísimo, tanto como en las matizaciones más dulces sobre un bellísimo instrumento, de imagen y sonido.”





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